La satisfacción de un programador
Después de dejar Innubu hace ya año y medio, Edu se quedó a cargo de los pequeños servidores, que se quedaron funcionando tal cual los dejamos.
De vez en cuando nos vemos y hace unos días estuve cenando con él. Y durante la conversación, salió el tema Innubu.
Me contaba que seguía habiendo actividad con nuevas altas, que los usuarios seguían creando encuestas, respondiéndolas y que la aplicación se mostraba estable y sin errores, aún sin tener a nadie manteniéndola.
Actividad semanal de enero 2015 a mayo 2016. Fuente: mixpanel
La satisfacción de un programador
Fue todo positivo. Por un lado, la aplicación a la que dedicamos algo más de 2 años no había acabado muerta sin nadie a su alrededor.
Es cierto que, llegados a un punto, decidimos dejarla apartada, en una cuneta virtual. Pero no murió ahí ni quedó a la intemperie sin que nadie la tocara.
Todo lo contrario, seguía viva ahí, sin nuestra dedicación, pero poco a poco creciendo con algunos usuarios que la utilizaban.
En concreto, lo que más me gustó escuchar fue que estaba estable y sin errores, de forma autónoma, sin que nadie estuviera ahí pendiente arreglando nada ni desplegando continuamente.
Me produjo y me produce una enorme satisfacción. Creo que es la gran satisfacción de un programador: que tu código no falle y tus sistemas sean autónomos.
La espinita psicológica: 0 ventas
Hace muy poco nos volvimos a meter a ver los números de Innubu. Y en el momento de escribir estas líneas, estos son los números:
- 1057 usuarios. 229 más, un incremento del 27.65%
- 480 encuestas. 184 más, +62.16%
- 7968 respuestas. 5890 más, +383%
Respecto a los datos de febrero de 2015 que ya publiqué en el post-mortem.
En cuanto a ventas, también lo escribí ahí: en 2 años no habíamos conseguido ni una sola venta.
No creo que haga falta decir cómo puede impactar no tener ninguna venta en 2 años.
Y ahora la gráfica de ventas desde que lo dejamos en 2015 al presente:
De enero a abril de 2016 hubo 2 clientes: una suscripción de 4 meses y otra de 1 sólo mes.
Conclusión
Son pequeños números que no van a ninguna parte. Pero quería contar esta anécdota para compartir mi doble satisfacción.
Por una parte, mi trabajo realizado y su resultado en una app abandonada en producción durante año y medio y por otro lado, sacarme la espinita de las cero ventas 🙂